El acrilato de octilo exhibe propiedades que lo hacen valioso en la formulación de polímeros: es un líquido claro e incoloro con un olor suave a éster, soluble en disolventes orgánicos (etanol, acetona), pero insoluble en agua. Su propiedad química clave es un enlace doble vinílico reactivo (C=C), lo que permite la copolimerización con otros monómeros (acrilato de metilo, estireno) para formar polímeros con propiedades ajustadas. Sus propiedades físicas incluyen un punto de ebullición de ~215 °C, punto de inflamación de ~85 °C (inflamable) y densidad de ~0,88 g/cm³ a 25 °C. Al polimerizarse, aporta al polímero una temperatura de transición vítrea baja (Tg ~-60 °C), mejorando la flexibilidad y elasticidad, características críticas para adhesivos y recubrimientos que requieren movimiento sin agrietarse. Mejora la adherencia a diversos sustratos (metales, plásticos, papel) gracias al equilibrio de polaridad proveniente de su grupo éster y cadena alquilo. Los polímeros basados en acrilato de octilo tienen excelente resistencia climática y estabilidad UV, resistiendo la degradación en ambientes exteriores, además de buena resistencia química frente a aceites, agua y disolventes suaves. Estas propiedades —reactividad, flexibilidad, adherencia y durabilidad— hacen del acrilato de octilo un monómero versátil, que respalda su uso en adhesivos, recubrimientos y polímeros en diversas industrias.