El proceso de producción de adhesivos acrílicos en emulsión acuosa sensibles a la presión implica una serie de pasos controlados, comenzando con la polimerización en emulsión de monómeros acrílicos, seguida por ajustes en la formulación y pruebas de calidad, para producir un adhesivo estable con propiedades personalizadas. Comienza con la preparación de una mezcla de monómeros, que incluye típicamente monómeros flexibles como el acrilato de 2-etilhexilo (2EHA) para un buen desempeño a bajas temperaturas, monómeros rígidos como el acrilato de metilo para adherencia a sustratos polares y monómeros funcionales como el ácido acrílico para introducir sitios de reticulación. Esta mezcla se agrega a un reactor que contiene agua desionizada, surfactantes (aniónicos o no iónicos) para estabilizar las partículas de emulsión y un iniciador de polimerización (por ejemplo, persulfato de amonio). El reactor se calienta a 70–90 °C para iniciar la reacción de polimerización, que transcurre de forma exotérmica; la temperatura se controla cuidadosamente para garantizar un crecimiento uniforme de las cadenas poliméricas, obteniéndose partículas de látex con un tamaño entre 50 y 300 nm. Tras la polimerización, la emulsión se enfría hasta unos 40 °C y se añaden reguladores del pH (por ejemplo, amoníaco o trietanolamina) para estabilizar la viscosidad y prevenir la coagulación. A continuación, se incorporan aditivos: agentes pegajosos (por ejemplo, ésteres de rosin, resinas terpénicas) para mejorar la adherencia superficial, agentes reticulantes (por ejemplo, aziridinas, compuestos epoxi) para mejorar la cohesión y resistencia al calor, biocidas para prevenir el crecimiento microbiano durante el almacenamiento y antiespumantes para reducir la formación de espuma. La mezcla luego se filtra para eliminar cualquier coágulo o impureza, asegurando un producto suave y consistente. Luego se realizan pruebas de calidad, incluyendo mediciones del contenido de sólidos (típicamente entre 40 y 60 %), viscosidad, pH, distribución del tamaño de partículas y propiedades adhesivas (pegajosidad, resistencia al despegue, resistencia al cizalla) para garantizar el cumplimiento de las especificaciones. El producto final se envasa en tambores, contenedores intermedios a granel (IBCs) o cisternas para su distribución. Las instalaciones avanzadas de producción utilizan sistemas de control totalmente automatizados para monitorear y ajustar los parámetros en tiempo real, asegurando consistencia entre lotes, mientras que las cadenas industriales integradas (como la de E Plus Chemical Co., Ltd.) optimizan el proceso desde la síntesis de monómeros hasta la producción del adhesivo, mejorando la eficiencia y reduciendo costos de producción. Este proceso asegura la fabricación de PSAs acrílicos de alto rendimiento en base agua adecuados para diversas aplicaciones, desde cintas adhesivas para empaquetado hasta adhesivos médicos.