La fórmula de adhesivo acrílico a base de agua sensible a la presión es una mezcla precisamente equilibrada de monómeros acrílicos, agua, tensioactivos, iniciadores y aditivos, diseñada para lograr propiedades específicas de tack, adhesión, cohesión y resistencia ambiental. La base es una emulsión de polímeros acrílicos, formada mediante la copolimerización de un 30–60 % de acrilato de 2-etilhexilo (para flexibilidad y baja temperatura de transición vítrea), un 20–40 % de acrilato de metilo o acrilato de etilo (para adhesión a sustratos polares) y un 1–10 % de ácido acrílico o ácido metacrílico (para proporcionar grupos funcionales para reticulación y mejorar la cohesión). Estos monómeros se dispersan en agua (40–60 % de la fórmula) utilizando del 1 al 3 % de tensioactivos, que estabilizan las partículas de la emulsión durante la polimerización y evitan la coagulación. La polimerización se inicia con un 0,1–1 % de iniciadores, como persulfato de amonio, que se descomponen para formar radicales libres que impulsan la polimerización de los monómeros. Tras la polimerización, se añade un 5–20 % de resinas tackerizantes (por ejemplo, ésteres de colofonia hidrogenados, fenoles terpénicos) para aumentar el tack superficial sin comprometer la cohesión, ajustándose el tipo y cantidad según la resistencia adhesiva deseada. Se incluyen reticulantes (0,1–2 %), como derivados de aziridina o quelatos metálicos, para que reaccionen con los grupos carboxilo del ácido acrílico, formando una red tridimensional que mejora la resistencia al cizallamiento y la estabilidad térmica. Otros aditivos incluyen biocidas del 0,01–0,1 % (para prevenir el crecimiento microbiano), espumantes del 0,1–1 % (para reducir la espuma durante la producción y aplicación) y reguladores de pH (por ejemplo, amoníaco) para mantener un pH entre 7 y 9, asegurando la estabilidad de la emulsión. La fórmula también puede incluir un 1–5 % de plastificantes (por ejemplo, ésteres libres de ftalatos) para mejorar la flexibilidad en condiciones frías o estabilizantes UV para aplicaciones exteriores. Esta composición se adapta a las necesidades de aplicación: los adhesivos médicos utilizan monómeros de alta pureza y un número mínimo de aditivos para garantizar la biocompatibilidad, mientras que los adhesivos industriales priorizan los reticulantes para lograr resistencia térmica y química, asegurando que cada fórmula ofrezca un rendimiento específico en usos diversos.